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Si alguna vez te preguntaste cómo las pinturas en acrílico logran crear un efecto realista con texturas y profundidad, llegaste al lugar correcto.
¡Aquí te contamos algunos consejos básicos para perfeccionar poco a poco la técnica!
Marca un punto en el lienzo donde quieres que sea el área más lejana de tu pintura, puede ser al centro, o en cualquiera de los cuatro extremos, dependiendo lo que desees crear.
El objetivo es que los elementos o formas que dibujes cerca de ese punto sean pequeños y a medida que te alejas sean cada vez más grandes. Te puedes ayudar trazando líneas desde ese punto hacia los extremos y verás cómo ya tendrás una guía.
Los colores que utilices en tu pintura también van a generar una profundidad si los aplicas correctamente. Por ejemplo, si los tonos oscuros los aplicas más al fondo y los claros más cerca, vas a generar una distancia visual perfecta y también funciona al revés, ya que si acumulas los tonos más claros al fondo y los más oscuros adelante, también vas a generar una sensación de profundidad a la vista.
Si pintas los elementos más pequeños con menos nitidez que los más grandes (según el punto de fuga), vas a hacer aun más evidente la sensación de profundidad en tu obra.
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